domingo, 15 de mayo de 2016

Yo soy tu

Dream        Carmen Ratón
Me planteo la forma en la que nos relacionamos los unos con los otros, en la búsqueda de ser felices en eso… y también como motivo de no serlo muchas veces…Llevo la mirada hacia adentro, hacia mis experiencias, y veo que cuando hago responsable a otro de la emoción que nace en mi, estoy evitando sentirla como mía. Cuando esa emoción me resulta agradable, creo que necesito al que la causo para mantenerla y le exijo, y si me resulta desagradable le culpo y lucho por cambiarle, para no sentir eso que no me gusta.  Y aquí al mirar esto, me descubro en mi ignorancia y observo si esa emoción nació desde una interpretación que hice sobre la realidad, interpretación basada en patrones mentales rígidos, o impuestos, y que poco tienen que ver con quien soy.
¿Sabremos amar conscientemente…asumiendo lo que sentimos, aunque duela,  sin esperar nada, sin necesitar nada, sin forzar nada, sin exigir que nos den?
Puede que pretendamos lo imposible al querer amar desde fuera de nosotros,  dejando de sentirnos,  en una ceguera casi total de conciencia, que inevitablemente nos lleva al sufrimiento, a la insatisfacción y a el ansia de llenar el vacío que nos provocamos, al perder nuestro centro, exigiendo egoicamente ser el centro de los demás.
Y puede que sea  así como lo hacemos casi siempre, como nos relacionamos inconscientemente…responsabilizando al otro y a las circunstancias, alguien o algo tendrá que tener la culpa ya que asumir que depende de como percibimos, y trascender esas interpretaciones, supone sentirse y dejar de ver al otro como una amenaza,  poder acercarnos y reconocernos, viendo que no hay separación, que nos une una misma conciencia, que yo soy tu…



domingo, 8 de mayo de 2016

Sentir


A veces es duro sostener la intensidad de lo que sentimos…tanto que la búsqueda de expresarlo se vuelve compulsiva, expresar es sacar fuera presión, aliviar la tensión de lo intenso que crece y amenaza con el colapso o el desbordamiento, y así, al expresar conseguimos cierta regulación de esas intensidades y aparentemente una posibilidad de mejor gestión….pero y si esto tuviera otra lectura? y si lo que sucede también  es que huimos de sentir con intensidad, por haber estado tanto tiempo anestesiados , en lo racional en lo mecánico, que nos abruma sentir y nos queremos quitar de encima cuanto antes esas emociones que (agradables o no) nos llegan a molestar en su incontrolable surgir. Ser consciente de la cantidad de emociones que nacen a lo largo de un solo día e intentar controlarlas todas es un trabajo agotador, y ese puede ser uno de los problemas, que no queremos sentirlas, queremos controlarlas, queremos que no nos dejen huella, que no se nos noten, e intentamos sacudirlas fuera de nosotros con palabras, gestos, o de la forma mas inconsciente…desviando  la atención a otra parte, que haga que nos olvidemos de lo que estamos sintiendo, que nos distraiga de eso que esta sucediendo en el momento presente y nos proyecte al pasado o al futuro y así poder elaborar estrategias de evasión eficaces para no estar cara a cara frente a lo que nos remueve…no queremos estar en el momento presente, atentos a lo que sentimos, porque no hay escapatoria posible, si lo que surge no nos resulta agradable o es demasiado intenso  y eso nos aterroriza.
Lo paradójico de esto es que queremos relaciones mas genuinas, coherentes y felices…y no nos damos cuenta de que la relación con los demás empieza con la relación con uno mismo, permitiéndose sentirse, permitiéndose estar en uno. Si para ir al encuentro de otro salgo de mi, lo que hago es alejarme, no hay relación. Para relacionarme con los demás no hay mas camino que ir hacia uno mismo, hacia adentro, y no hacia afuera, si evito estar en mi, en lo que siento, evito estar en ti, me distancio. 

En el encuentro conmigo es donde realmente me encuentro contigo, al acercarme a mi me acerco a ti…sintiéndome.